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MURALISMO MEXICANO

  • Foto del escritor: vitracafemx
    vitracafemx
  • 6 ago
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 8 sept

El muralismo mexicano: historia, legado y vigencia en la ciudad contemporánea

Contexto de surgimiento

El muralismo mexicano nació en la década de 1920, tras la Revolución Mexicana

(1910–1917). Este movimiento artístico no puede entenderse sin las condiciones sociopolíticas, económicas y culturales que le dieron origen:

  • Sociopolíticas: México atravesaba un proceso de reconstrucción nacional. El nuevo gobierno posrevolucionario buscaba consolidar una identidad colectiva que uniera a un país marcado por la desigualdad, el analfabetismo y la fragmentación social. El arte se convirtió en un medio pedagógico y de cohesión.

  • Económicas: Después de años de guerra civil, el país enfrentaba pobreza y desigualdad. El muralismo surgió como un arte público, financiado por el Estado, accesible a todas las clases sociales, sin necesidad de intermediarios o museos.

  • Culturales: La revolución impulsó un rescate de lo indígena y lo popular como parte de la nueva identidad nacional. Se buscó revalorizar las raíces prehispánicas y mezclarlas con influencias modernas, europeas y estadounidenses, creando un arte híbrido y profundamente mexicano.



Características, valores y búsquedas


El muralismo no fue solo un estilo artístico, sino un proyecto cultural y político con valores muy definidos:

  • Arte público y colectivo: Pinturas de gran formato en muros de edificios gubernamentales, universidades y espacios públicos.

  • Función educativa: Los murales narraban la historia de México, sus luchas sociales, la grandeza indígena y los ideales de justicia e igualdad.

  • Compromiso social: El muralista se asumía como un agente transformador que hablaba al pueblo y no a las élites.

  • Estética monumental: Composiciones dinámicas, uso de colores intensos, figuras heroicas y escenas narrativas.

  • Búsqueda de identidad nacional: Un arte que integraba lo indígena, lo mestizo, lo popular y lo revolucionario.

Principales exponentes y obras

El muralismo se consolidó con un grupo amplio de artistas, encabezados por los Tres Grandes y seguido por figuras igualmente relevantes:

  • Diego Rivera (1886–1957):

    • Obras: La creación (1922, Antiguo Colegio de San Ildefonso), Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947), Detroit Industry Murals (1932–1933, Detroit).

    • Estilo: Narrativo, didáctico, con énfasis en las clases trabajadoras y el progreso social.

  • José Clemente Orozco (1883–1949):

    • Obras: El hombre en llamas (1939, Hospicio Cabañas, Guadalajara), murales en el Palacio de Gobierno de Jalisco, Dartmouth College en EE.UU.

    • Estilo: Más dramático y expresionista; mostraba las contradicciones de la humanidad, la violencia y la tragedia social.

  • David Alfaro Siqueiros (1896–1974):

    • Obras: La marcha de la humanidad (1965–1971, Polyforum Cultural Siqueiros), Del porfirismo a la Revolución (1957–1966, Castillo de Chapultepec).

    • Estilo: Innovador en técnicas, uso de poliangularidad, perspectiva dinámica, materiales industriales y experimentación con aerógrafo.

  • Rufino Tamayo (1899–1991):

    • Obras: El nacimiento de la nacionalidad (1952, Museo Nacional de Antropología), murales en el Palacio de Bellas Artes.

    • Estilo: Alejado del discurso político de los Tres Grandes, se enfocó en lo universal y lo humano con un lenguaje moderno y simbólico, cercano al surrealismo y la abstracción.

  • Juan O’Gorman (1905–1982):

    • Obras: Murales en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria (1952) y en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.

    • Estilo: Integración de arte y arquitectura; uso de mosaicos de piedra volcánica, narraciones históricas y científicas, y una fuerte vocación didáctica.

  • José Chávez Morado (1909–2002):

    • Obras: Murales en el Museo de las Revoluciones de Guanajuato y en el Palacio de Gobierno de Guanajuato.

    • Estilo: Profundamente crítico y social, con un fuerte compromiso con la justicia, la educación y la cultura popular.

  • Aurora Reyes (1908–1985):

    • Obra destacada: Atentado a las maestras rurales (1936).

    • Estilo: Primera muralista mexicana, con una visión feminista y social que abordaba la educación y el papel de la mujer en la transformación social.

Técnicas artísticas

Los muralistas emplearon y adaptaron diversas técnicas:

  • Fresco: Pintura al agua sobre yeso húmedo, utilizada para lograr permanencia.

  • Encáustica y temple: Para efectos de color y textura.

  • Técnicas experimentales: Siqueiros introdujo resinas, piroxilina (pintura automotriz) y el aerógrafo.

  • Composiciones poliangulares: Escenas pensadas para ser vistas desde múltiples ángulos.

  • Mosaicos y materiales mixtos: Juan O’Gorman innovó con piedras naturales y vidrio.

El muralismo en la actualidad

Con el paso del tiempo, el muralismo perdió el respaldo estatal y fue sustituido por otras formas de arte contemporáneo. Sin embargo, nunca desapareció:

  • Décadas recientes: El muralismo se revitalizó con el arte urbano y el grafiti, incorporando lenguajes modernos, estética callejera y mensajes sociales más diversos (género, ecología, migración, violencia).

  • Ejemplos actuales: Artistas como Sego y Obval, Saner, Curiot y colectivos de muralismo comunitario han recuperado la tradición de narrar visualmente la identidad y los problemas sociales.

¿Cómo reincorporar el muralismo en las ciudades actuales?

El muralismo puede volver a ser protagonista si se impulsa desde una perspectiva contemporánea:

  1. Proyectos comunitarios: Involucrar a vecinos, jóvenes y artistas en la creación de murales que narren las historias locales.

  2. Integración urbana: Que los murales dialoguen con la arquitectura, el espacio público y la movilidad (estaciones de metro, escuelas, hospitales).

  3. Temáticas actuales: Cambio climático, igualdad de género, diversidad cultural, migración, memoria histórica.

  4. Tecnología y arte digital: Murales interactivos con realidad aumentada o proyecciones digitales.

  5. Política cultural activa: Fomentar financiamiento público y privado para el arte mural como parte esencial de la vida urbana.






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